domingo, 6 de diciembre de 2009

Las escuelas públicas de Pakistán se declaran desprotegidas y marginadas por el Gobierno

Su escaso presupuesto les impide contar con las medidas de seguridad apropiadas para defenderse de los atentados suicida


Su escaso presupuesto les impide contar con las medidas de seguridad apropiadas para defenderse de los atentados suicida MADRID, 6 (EUROPA PRESS) Las escuelas públicas paquistaníes se hallan vulnerables ante la amenaza de un atentado talibán. Profesores y alumnos han criticado duramente al Gobierno central de Islamabad, que en su opinión no está contribuyendo con la suficiente cantidad de dinero para reforzar la seguridad de los colegios, muchos de los cuales están cerrando ya sus puertas, particularmente en las regiones fronterizas afectadas por la ofensiva militar paquistaní contra los grupos talibán en las Áreas Tribales Federalmente Administradas. En esas zonas han sido destruidas al menos 473 escuelas durante los dos últimos años. Recientemente, los milicianos hicieron saltar por los aires una escuela pública y un hospital universitario en la localidad de Hangu, en la frontera de Waziristán del Norte y en la provincia Frontera Noroeste. Como práctica habitual, también atentan contra escuelas femeninas de ambas regiones. En las últimas dos semanas, han sido destruidos tres colegios. La ofensiva del Gobierno ha cambiado el modus operandi de las milicias, que ahora ya no limitan sus ataques exclusivamente a las zonas mencionadas: ahora atentan incluso en la capital, Islamabad, donde un doble atentado suicida contra la Universidad Internacional Islámica causó el pánico entre miles de padres de la ciudad el pasado mes de octubre, y que desató la imposición de una serie de medidas de seguridad "rápidamente improvisadas", según el magacín 'Time', que han afectado a cerca de 30 millones de estudiantes y a 220.000 instituciones de enseñanza de todo el país. A grandes rasgos: si no se puede garantizar la seguridad de los estudiantes, hay que cerrar la escuela. "Nos han pedido que cerremos. Pensábamos primero que era una medida de precaución, pero después nos dimos cuenta de que las escuelas estaban amenazadas", declaró la directora de una escuela privada de primaria en Karachi, Huma Ali. La escuela sólo podría mantener abiertas sus puertas si cumple unas medidas de seguridad dignas de una fortaleza, que contemplan la construcción de muros de protección, la instalación de alambradas, sacos de arena y un circuito cerrado de TV y contratar guardias armados --y si es posible contar con la presencia de francotiradores, mejor--. "Son unas medidas que no nos podemos permitir", lamenta la directora. Y sin embargo, los colegios privados gozan de una posibilidad mucho mayor de contar con estas medidas de protección. El Colegio Imperial, por ejemplo, tiene incluso detectores de metal e identificaciones personalizadas para los alumnos. El contraste con la escuela pública de Fundación Extranjera para Chicos es brutal. Allí, sólo hay un portero y va armado con un palo. Al final de la jornada escolar, decenas de padres recogen a sus hijos lo más rápidamente posible y abandonan corriendo la zona porque se encuentra prácticamente atestada de gente y coches, un objetivo tentador para un terrorista suicida. "No tenemos ni a un sólo guardia de seguridad. Si llegara un terrorista suicida, lo único que podríamos hacer para defendernos es pedirle que no explotara", lamenta el profesor de Química, Atiq Ur Rahman. VIOLENCIA INÚTIL Muchos expertos coinciden en mostrar su extrañeza ante la campaña talibán contra las escuelas. Entienden más o menos que atenten contra escuelas femeninas porque se oponen tajantemente a la educación de las chicas, pero ven muy raro que también ataquen escuelas masculina: terminan alienando a la población, y les hacen perder apoyo. El Gobierno paquistaní no ha aprovechado bien este error táctico: padres y profesores por igual han criticado durísimamente la decisión de Islamabad de dejar en manos de las escuelas la gestión de su propia seguridad. "No todo debería ser dejado en manos del Gobierno", sentenció el juez del Supremo Mian Saqib Nisar. "Cada ciudadano debería hacer su parte a la hora de mejorar la sociedad. Si por mi fuera, impondría una multa a todas estas peticiones frívolas". El magacín estadounidense no ha podido contactar con ningún funcionario de Educación para contestar a estas declaraciones. El profesor Ur Rahman rechaza este comportamiento. "El colegio no debería pagar por todo", afirmó. Baraja su particular lista de ideas para mejorar la seguridad, pero ninguna de sus medidas --entrenamiento específico de guardias de seguridad para la protección escolar sin asustar a los niños-- pueden cobrar efecto en un futuro próximo. TRAUMA ESCOLAR Los niños perciben el miedo y experimentan ansiedad y miedo a acudir a la escuela. "Mi hija no quería ir hoy a la escuela", explica la directora Ali. "Se les ha enseñado que, cuando escuchan la palabra 'peligro', deben tirar todo lo que lleven en las manos y acurrucarse. Y es muy triste que una niña de cinco años tenga que aprender esas cosas", añade su compañera Sanam Thariani. "Cualquier cosa puede pasar en cualquier momento", lamenta la niña de 13 años Ruhab Zehra Zaidi."Estoy muy asustada por todo el terrorismo. Afecta muchísimo a mis estudios. A todos nos da mucho miedo ir a la escuela, porque pensamos que cada día puede ser el último".
http://www.eldigitaldemadrid.es/ep/general/INTERNACIONAL/20091206104453

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